¿Qué se esconde detrás de la etiqueta? Ingredientes a tener en cuenta
En los amplios pasillos de nuestros supermercados se está produciendo un movimiento silencioso: el impulso a favor de una mayor transparencia en el etiquetado de alimentos y suplementos. Creemos firmemente que los consumidores tienen derecho a saber con precisión lo que meten en su cuerpo y los efectos que tienen.
Que sea sin calorías y sin azúcar no significa que sea bueno para la salud.
A medida que aumenta la popularidad de los alimentos procesados y los suplementos dietéticos, entender estas etiquetas es más importante que nunca. No se trata sólo de evitar las calorías extra o de encontrar la cantidad adecuada de proteínas; se trata de reconocer los ingredientes potencialmente nocivos que se esconden tras los nombres científicos.
Por desgracia, muchas empresas siguen utilizando estos ingredientes para ahorrar dinero o conseguir una determinada textura en sus productos. Pero en Vivo Life, hemos elegido un camino diferente. Veamos algunos de estos ingredientes y expliquemos por qué los evitamos conscientemente.
En este artículo:
Sucralosa
Aspartamo
Goma xantana
Maltodextrina
Aceite de colza/girasol
Pasta de dátiles
Inulina
¿Qué edulcorantes utiliza Vivo Life?
Sucralosa
La sucralosa apareció como una maravilla moderna nacida de la búsqueda de emular el dulzor del azúcar sin su impacto calórico. Como derivado clorado de la sacarosa, es unas 600 veces más dulce que el azúcar, pero no registra calorías.
Sin embargo, podría ser demasiado bueno para ser cierto: a pesar de su popularidad, la sucralosa ha sido objeto de un considerable examen científico.
Un estudio publicado en el Journal of Toxicology and Environmental Health descubrió que los edulcorantes artificiales pueden modificar los niveles de glucosa e insulina, lo que supone riesgos potenciales para quienes luchan contra la resistencia a la insulina [1].
Más allá de este problema metabólico, la sucralosa podría incluso ser perjudicial para el microbioma intestinal. Las investigaciones han demostrado su capacidad para reducir la población de bacterias beneficiosas en los intestinos hasta en un 50%, un dato preocupante para quienes se preocupan por la salud intestinal [2].
Aspartamo
El aspartamo, otro edulcorante artificial sin calorías, es el favorito del mundo de las bebidas dietéticas. Está compuesto por dos aminoácidos -fenilalanina y ácido aspártico- y ofrece un sabor dulce sin aporte calórico.
Pero la trayectoria del aspartamo se ha visto empañada por la polémica. Algunos estudios, como uno del European Journal of Clinical Nutrition, señalan al aspartamo como posible desencadenante de migrañas, lo que añade peso a los numerosos relatos anecdóticos de dolores de cabeza inducidos por el aspartamo [3].
Pero las preocupaciones no acaban en las migrañas. Una investigación pionera de Nature apunta a un vínculo preocupante entre el aspartamo y los componentes del síndrome metabólico, concretamente la obesidad abdominal y la glucosa elevada en ayunas [4].
Mientras que los organismos sanitarios mundiales afirman la seguridad del aspartamo en cantidades reguladas, en Vivo Life, nuestro mantra es claro: si hay dudas, estamos fuera. Nos comprometemos a utilizar únicamente ingredientes que hayan demostrado ser beneficiosos para su salud.
Goma xantana
La goma xantana, producto de la fermentación bacteriana, se ha ganado un lugar en la industria alimentaria por su increíble capacidad espesante y estabilizadora. Es especialmente frecuente en los productos sin gluten, ya que imita la textura que suele aportar el gluten.
Aunque la FDA la considera "Generally Recognized As Safe" (GRAS), esto no significa que esté exenta de posibles inconvenientes. El International Journal of Molecular Sciences sugiere que la goma xantana podría exacerbar los síntomas de ciertos trastornos digestivos [5]. Esto, combinado con pruebas anecdóticas de que causa molestias digestivas en algunas personas, plantea dudas sobre su aplicabilidad universal.
Aunque la goma xantana puede ser segura para muchos, las investigaciones que muestran problemas digestivos nos han llevado a evitar su uso en nuestros productos.
Maltodextrina
La maltodextrina es un derivado del almidón -a menudo maíz en EE.UU. y trigo en Europa- y se utiliza mucho como espesante, relleno y conservante en diversos alimentos procesados. Más allá de sus aplicaciones alimentarias, es conocida en el sector del fitness como fuente de energía rápida debido a su alto índice glucémico.
Su rápida absorción, aunque beneficiosa después del entrenamiento, puede ser un arma de doble filo. Cuando se consume fuera de actividades que agotan la energía, el potencial de la maltodextrina para aumentar el azúcar en sangre puede ser preocupante, especialmente para quienes controlan sus niveles de glucosa.
Además, un estudio publicado en Frontiers in Immunology advierte de la capacidad de la maltodextrina para alterar las respuestas antibacterianas celulares y aumentar el riesgo de infecciones bacterianas, especialmente en quienes padecen la enfermedad de Crohn [6].
Aceite de colza / girasol
Tanto el aceite de colza (o canola) como el de girasol son básicos en las cocinas de todo el mundo. Son apreciados por su alto punto de humo y su versatilidad. Sin embargo, sus perfiles nutricionales, en concreto su contenido en ácidos grasos omega-6, han suscitado una atención negativa.
Las dietas modernas tienden a ser desproporcionadamente ricas en omega-6 en relación con los omega-3. Este desequilibrio, según algunos científicos, podría favorecer la inflamación y la pérdida de peso. Algunos científicos sostienen que este desequilibrio podría promover vías inflamatorias en el organismo [7]. La inflamación crónica está implicada en diversas afecciones, desde las cardiopatías hasta la artritis.
Estos aceites están bien con moderación, pero ya están presentes en muchos alimentos de origen vegetal, así que los mantenemos fuera de los nuestros para asegurarnos de no contribuir a sobrecargarte de omega-6 (que probablemente no necesitas).
Pasta de dátiles
Los dátiles, a menudo apodados los dulces de la naturaleza, son una rica fuente de nutrientes y azúcares naturales, y son bastante buenos para la salud. Cuando se transforman en pasta de dátil, el azúcar natural se concentra, lo que lo convierte en un edulcorante natural habitual en diversos productos saludables.
Mientras que los dátiles enteros ofrecen una gran cantidad de vitaminas, minerales y fibra, la pasta de dátil tiene niveles muy altos de fructosa. Natural o no, la ingesta excesiva de fructosa se ha asociado a alteraciones metabólicas, como el aumento de la grasa hepática y la reducción de la sensibilidad a la insulina [8].
Para obtener el mayor número posible de beneficios, preferimos utilizar dátiles enteros siempre que sea posible (como en nuestras Barritas de Proteínas Vegetales).
Inulina
Derivada principalmente de la raíz de achicoria, la inulina es conocida por su doble función como fuente de fibra y prebiótico, ya que nutre las bacterias intestinales beneficiosas.
Sin embargo, sus efectos no son alabados por todos. Algunas personas, especialmente las que padecen SII, pueden experimentar gases, hinchazón y otras molestias digestivas al consumir inulina [9].
El bienestar digestivo es fundamental para la salud en general. En nuestras fórmulas, damos prioridad a los ingredientes que la mayoría de las personas pueden tolerar, por lo que no incluimos inulina en nuestros productos.
¿Qué edulcorantes utiliza Vivo Life?
En Vivo Life, utilizamos el edulcorante natural Stevia, sin calorías y con numerosos beneficios para la salud. He aquí por qué la Stevia es nuestro edulcorante preferido:
Stevia
La Stevia es un edulcorante natural extraído de las hojas de la planta Stevia rebaudiana, originaria de Brasil y Paraguay. A diferencia de muchos edulcorantes artificiales, no afecta negativamente a los niveles de azúcar en sangre, lo que la convierte en una excelente opción para las personas diabéticas o las que controlan su ingesta de hidratos de carbono. De hecho, las investigaciones han indicado que la Stevia no afecta a los niveles de insulina, glucosa en sangre o presión arterial, lo que demuestra su idoneidad como sustituto seguro del azúcar [10].
Además, la Stevia no favorece la aparición de caries dentales, un problema común con el consumo de azúcar, lo que la convierte en una alternativa respetuosa con los dientes [11]. Su naturaleza sin calorías también ayuda a controlar el peso, ya que hay estudios que demuestran que reduce la ingesta total de energía sin aumentar los antojos [12].
Más información sobre el azúcar (y la estevia) en este artículo.
Haz más de forma natural
Navegar por el intrincado mundo de las etiquetas de alimentos y suplementos puede parecer como descifrar un idioma extranjero. Pero no debería ser así. En Vivo Life, no nos limitamos a crear productos, sino que somos pioneros de un movimiento a favor de la transparencia, la calidad y el bienestar genuino.
Únete a nosotros en la defensa de un futuro en el que las etiquetas de los alimentos no tengan secretos y cada ingrediente se elija cuidadosamente y se base en los últimos avances científicos.
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Referencias:
1. Pepino MY. Efectos metabólicos de los edulcorantes no nutritivos. Physiol Behav. 2015;152(Pt B):450-455.
2. Abou-Donia MB, El-Masry EM, Abdel-Rahman AA, McLendon RE, Schiffman SS. Splenda alters gut microflora and increases intestinal p-glycoprotein and cytochrome p-450 in male rats. J Toxicol Environ Health A. 2008;71(21):1415-1429.
3. Magerowski G, Pellechia R, Shapiro RE, Goadsby PJ. Potential Mechanisms of Prospective Antimigraine Drugs: A Focus on Vascular (Side) Effects. Pharm Rev. 2021 Jan;73(1):335-364.
4. Suez J, Korem T, Zeevi D, et al. Los edulcorantes artificiales inducen intolerancia a la glucosa alterando la microbiota intestinal. Nature. 2014;514(7521):181-186.
5. Martinsen TC, Bergh K, Waldum HL. Jugo gástrico: una barrera contra las enfermedades infecciosas. Basic Clin Pharmacol Toxicol. 2005;96(2):94-102.
6. Nickerson KP, McDonald C. Crohn's disease-associated adherent-invasive Escherichia coli adhesion is enhanced by exposure to the ubiquitous dietary polysaccharide maltodextrin. PLoS One. 2012;7(12):e52132.
7. Simopoulos AP. The importance of the ratio of omega-6/omega-3 essential fatty acids. Biomed Pharmacother. 2002;56(8):365-79.
8. Jegatheesan P, De Bandt JP. Fructose and NAFLD: The Multifaceted Aspects of Fructose Metabolism. Nutrients. 2017 Mar 8;9(3):230.
9. Wilson B, Rossi M, Kanno T, et al. Inulin Prebiotic Ingestion Does Not Improve Gastrointestinal Tolerance to a Galacto-Oligosaccharide Prebiotic in Healthy Subjects. Nutrients. 2020;12(8):2390.
10. Anton, S. D., Martin, C. K., Han, H., Coulon, S., Cefalu, W. T., Geiselman, P., & Williamson, D. A. (2010). Efectos de la stevia, el aspartamo y la sacarosa en la ingesta de alimentos, la saciedad y los niveles postprandiales de glucosa e insulina. Appetite, 55(1), 37-43.
11. Oliveira, F. A., Luz, D. A., Sasaki, J. M., & Moraes, T. M. (2015). The Effect of Different Sweeteners in Low-calorie Fruit Drinks on Dental Biofilm Acidogenicity. Brazilian Dental Journal, 26(4), 376-380.
12. Ferri, L. A., Alves-Do-Prado, W., Yamada, S. S., Gazola, S., Batista, M. R., & Bazotte, R. B. (2006). Investigation of the antihypertensive effect of oral crude stevioside in patients with mild essential hypertension. Phytotherapy Research, 20(9), 732-736.