Cómo conservar las proteínas en polvo y los batidos

28 de abril de 2022

Hola, sí, te veo. Con tu vida ocupada, pero aún queriendo sacar lo mejor de tu salud y forma física en cualquier oportunidad. Te veo buscando las mejores maneras de sacar tiempo en tu agenda para hacer ejercicio, y qué mejor manera que preparar tus batidos de proteínas con antelación, ¿verdad? ¿O guardar tus proteínas en polvo en el coche por si tienes que ir al gimnasio de improviso? Y si pensabas llevarte el batido al gimnasio, pero te lo has dejado olvidado, no pasa nada, ¡puedes bebértelo cuando vuelvas!

Eso tiene que estar bien, ¿no?

Resulta que hay muchas preguntas sobre si preparar un batido de proteínas con antelación puede reducir su eficacia, sobre la mejor forma de almacenar y conservar los batidos de proteínas a lo largo del día y sobre si la forma de almacenar los polvos puede influir en los batidos.

Ya hemos escrito antes sobre si proteína en polvo puede caducary qué hay que tener en cuenta al abrir esa proteína en polvo que hace tiempo que no se utiliza. A continuación, veremos cómo puedes conservar tus polvos y batidos para evitar que se estropeen, que se desperdicien y que te lleves la decepción de no poder disfrutar de ese batido que preparaste con tanto cariño esta mañana.

Debido a los procesos a los que se someten cuando se crean, las proteínas en polvo pueden almacenarse de forma diferente a los ingredientes crudos de los que están hechas. Por ejemplo, la proteína de suero en polvo no está hecha para guardarse en el frigorífico, pero a usted no le gustaría dejar ningún producto lácteo en el armario de la cocina, ¿verdad? Las proteínas vegetales suelen conservarse mejor que las de origen animal, ya que la eliminación de los productos lácteos reduce el riesgo de bacterias.

Sin embargo, como cualquier producto consumible, todas las proteínas en polvo tienen un periodo de conservación y acaban estropeándose si no se consumen durante mucho tiempo. Las proteínas en polvo con ingredientes artificiales tienden a durar más tiempo debido a ingredientes como la maltodextrina, un agente espesante que ayuda a mejorar la vida útil de determinados productos.

Lo que realmente hay que tener en cuenta a la hora de almacenar la proteína en polvo es que el recipiente o envase sea completamente resellable. Dado que las proteínas en polvo son productos secos, permitir que entre humedad en ellos puede aumentar significativamente la probabilidad de que se introduzcan bacterias y otros microbios, que podrían contaminar el propio producto y hacerlo no apto para su uso. Esta es la razón principal por la que las proteínas en polvo no deben guardarse en el frigorífico ni en el congelador. Los cambios bruscos de temperatura que se producen al meter y sacar el polvo de estos entornos para preparar un batido pueden favorecer la condensación dentro del envase y provocar el deterioro del polvo. En resumen, el único momento en que debe mojar su proteína en polvo es cuando prepara un batido.

También hay que prestar atención al tiempo de conservación de la proteína en polvo. Con el tiempo, especialmente después de la fecha de caducidad del producto, el contenido de proteína del polvo puede empezar a degradarse, lo que hará que el producto sea menos eficaz. Del mismo modo, las vitaminas y minerales que se añaden a las proteínas en polvo para beneficiar la salud también pueden empezar a perder su potencia, por lo que es importante respetar las directrices del fabricante en cuanto a las fechas de caducidad y consumo preferente para garantizar que los ingredientes sigan siendo funcionales. Si el polvo está descolorido, grumoso o huele mal, puede que esté demasiado pasado para preparar un batido con él.

Así pues, mantener los polvos sellados y secos es importante, pero ¿qué ocurre con la temperatura? Las pruebas han demostrado que la proteína en polvo se conserva mejor durante más tiempo en condiciones frescas y secas, por lo que un armario de cocina es prácticamente perfecto, mientras que guardarla en el coche no lo es tanto, ya que allí puede hacer tanto mucho calor como mucho frío. Sabemos que guardar los polvos en condiciones muy frías puede provocar condensación, pero guardarlos en condiciones calurosas también es perjudicial para el polvo. Si se almacena en condiciones de calor durante largos períodos de tiempo, puede producirse un aumento de la oxidación de la proteína en polvo, lo que puede provocar cambios en el sabor y la textura.

¿Cómo puedo guardar un batido una vez hecho?

Si no estás en condiciones de preparar tu batido de proteínas cuando lo necesitas, entonces es definitivamente posible hacerlo de antemano, siempre y cuando sigas unas sencillas pautas.

Si va a viajar, coloque el batido en un recipiente isotérmico para mantenerlo frío. Esto es especialmente importante si prepara su batido con leche animal o proteína de suero, ya que la leche puede estropearse incluso a temperaturas cálidas. Incluso desde el punto de vista del sabor y la textura, mantener el batido frío puede ayudar a mantener los perfiles de sabor y textura que se esperan de un batido recién hecho.

Algunos consejos indican que, una vez preparado el batido, puede conservarse en el frigorífico hasta 24 horas, pero que si no va a poder mantener frío un batido ya preparado, lo mejor es mantener separados los componentes líquidos y en polvo hasta que esté listo para prepararlo y beberlo directamente.

Tanto si preparas tu batido con agua, leche vegetal o leche animal, querrás darle una sacudida vigorosa antes de beberlo, por si acaso se ha producido alguna separación. Yo hago el mío con música, ¡bailar un poco antes de un batido de proteínas realmente pone en marcha esas buenas vibraciones!

Así que mantén tus polvos secos, frescos y oscuros hasta que vayas a utilizarlos, y refrigera tus batidos si no piensas beberlos de inmediato.

Fuentes:

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