Sentirse cómodo Sentirse incómodo
Una de las lecciones más importantes que he aprendido en el último año es el valor que tiene perseguir la incomodidad.
Pasamos la mayor parte de nuestras vidas firmemente confinados en una zona de confort creada por nosotros mismos. Las zonas de confort nos hacen sentir seguros y estables. Pero la zona de confort que percibimos que nos protege, en realidad nos impide vivir nuestra mejor vida.
Salir de la zona de confort nunca es fácil, pero siempre es gratificante.
Fíjate en los proyectos que tienes entre manos y pregúntate cuáles te hacen sentir menos cómodo. Estoy dispuesto a apostar a que estas son las cosas que tendrán un mayor impacto en tu vida ahora mismo, pero las pospones porque te abruman, te dan miedo o te intimidan.
Pero aunque estos sentimientos son incómodos, son precisamente lo que hace que estas experiencias sean tan importantes. Forzarte a salir de tu zona de confort y afrontarlas es el primer paso que puedes dar para cambiar tu vida a mejor.
¿Cuánto tiempo llevan tus grandes ideas ahí esperando a que pases a la acción? ¿Cuánto tiempo las has pospuesto, procrastinado, ocupado tu tiempo con otras cosas sin sentido que no te acercan a tus objetivos?
Ahora piense en las conversaciones que le gustaría tener, ya sea en el trabajo o en su vida personal. Las que te hacen sentir más incómodo son probablemente las más importantes. Ser lo suficientemente valiente como para tener conversaciones incómodas te permitirá tener más confianza en tus relaciones, conexiones más profundas con amigos y familiares, y más éxito en el trabajo. Pero la mayoría de la gente evita las conversaciones incómodas porque son, bueno, incómodas.
La misma lógica se aplica al gimnasio. Los entrenamientos más incómodos son los que ofrecen resultados más rápidos. La última repetición más allá de tu zona de confort es la que obliga a tu cuerpo a adaptarse y fortalecerse.
Salir y crecer
En todos los ámbitos de nuestra vida, cuanto más salimos de nuestra zona de confort, más rápido crecemos. Por eso, lo que separa una vida ordinaria de una extraordinaria es la capacidad de sentirse cómodo estando incómodo.
Cualquiera puede hacer lo fácil, pero muy pocos quieren hacer las cosas que les hacen sentirse incómodos. Esto es lo que te hace diferente. Al hacer las cosas que otros no quieren hacer, creas una vida infinitamente más satisfactoria, más gratificante y más exitosa que la de aquellos que se quedan en la seguridad de su zona de confort.
A un lado de la zona de confort están la estabilidad, la seguridad y la previsibilidad. Al otro, la aventura, la recompensa, el crecimiento y la realización. Muy pocas personas son lo bastante valientes como para aventurarse ahí. Pero cuando lo hacen, empieza a surgir la magia.
El resultado
Dentro de 12 meses volverás la vista atrás a las cosas que antes te resultaban incómodas y te darás cuenta de que ahora son cosas que das por sentadas a diario. Te sorprenderán todos los retos que has superado, las relaciones que has mejorado y los objetivos que has alcanzado en tan poco tiempo, todo por enfrentarte a una tarea o conversación incómoda.
Una vida vivida dentro de los confines de tu zona de confort es una vida segura, una vida predecible, pero en última instancia, una vida insatisfactoria. Y sé que, en el fondo, no es eso lo que buscas. Así que la próxima vez que sientas incomodidad, no te escondas de ella. Corre hacia ella. Y observa cómo mejora tu vida.